lunes, 16 de febrero de 2009

Secuestrado y violado el DF

Ante la complicidad de policías con bandas del criminales

Las medidas adoptadas por Marcelo Ebrard son obsoletas, para frenar el incremento de la delincuencia
Por: Juan Ramírez Espinoza
Ante la impunidad e inseguridad que cabalgan sin ningún obstáculo en la Ciudad de México y la corrupción que va de la mano con el crimen organizado que agobia a sus habitantes, sin que las autoridades encargadas de velar por la seguridad con la constante creación de métodos obsoletos desesperados para contrarrestar el cáncer social, sólo tratan de justificar sus torpezas con cifras delictivas maquilladas y tratar de ocultar sus nexos con la delincuencia organizada.
Los ciudadanos que viven en la capital del país no saben a quién temerle más, si al hampa o a los malos policías, luego de que la delincuencia organizada se ha caracterizado por contar entre sus filas a elementos policiacos; dentro del narco, con bandas de secuestradores, contrabandistas y robo de autos, protegen el asalto con violencia, las extorsiones y constantemente cometen abusos de autoridad con la flagrante violación a las garantías y derechos humanos de sus víctimas
El hecho más reciente de la conducta hamponil de elementos de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, fue la captura de cuatro agentes judiciales y a una madrina que intentaban extorsionar a un joven con 50 mil pesos, por estar supuestamente involucrado en drogas, en la delegación política Coyoacán.
Para la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal y el Instituto Ciudadano de Estudios Sobre la Criminalidad (ICESI), el problema es tan complejo que agobia a las corporaciones policiacas del DF, difícil de erradicar la corrupción dentro de las filas debido a que no hay un banco de datos en el que se pueda corroborar qué los malos elementos han sido dados de baja por delinquir escudados en su autoridad, lo que facilita que si son cesados de una corporación ingresen sin el menor contratiempo a otra.
Indicaron que “uno de los factores de complicidad entre los criminales y los policías, es el hecho de que en la mayoría de las ocasiones, y en clara violación de la ley, los malos policías son dados de baja pero no consignados, lo que representa encubrimiento de las autoridades correspondientes, porque al ser cesados singuen delinquiendo con total impunidad”.
Precisaron que “es una realidad que el crimen organizado lleva la delantera pero por mucho, a los destacados jefes policiacos, quienes no saben que hacer para tratar de ocultar los contubernios entre el hampa y policías, prefieren mejor mirar hacia otro lado, cuando son obligados a tratar de erradicar la corrupción que impera al interior de las corporaciones bajo su mando”.
Las instituciones, por separado, coincidieron en señalar que “y esto es resultado de las improvisaciones, pues sólo hay que ver las currículas de los jefes policiacos actuales y se podrá dar cuenta de que son verdaderos saltibanquis políticos, de un partido a otro y con el mejor postor, lo que equivale que no exista un verdadero control de las corporaciones policiacas de la Ciudad de México”.
Las distintas corporaciones policiacas están ligados no sólo con el crimen organizado sino que hasta ellos mismo delinquen, tiene sus zonas para cometer asaltos y secuestros exprés a transeúntes, parejas de enamorados, amas de casa que tiran la basura e la calle, comerciantes, borrachos y regentean a prostitutas con la cacería de vicios que compran droga en las llamadas tienditas y cuidan coches fuera de los bancos. Mientras, la población se encuentra secuestrada por el hampa y las corporaciones policiacas, esto lo sabe el jefe de gobierno Marcelo Ebrar y se hace pendejo, las medias adoptadas garantizan la continuidad hamponil de los impartidotes de justicia.

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